Almas Grises PHILIPPE CLAUDEL


 - Cabrones, santos..., yo no he conocido a ninguno -dijo Joséphine encogiéndose de hombros-. Las cosas no son ni blancas ni negras, lo que reina es el gris. Los hombres, sus almas..., pasa lo mismo. Tú eres un alma gris, rematadamente gris, como todos nosotros...  
- Eso no son más que palabras...
- ¿Y qué te han hecho las palabras?

En  este libro se condensan sentimientos, reflexiones, historias humanas (y, por ello, terribles) y una prosa clara, firme, dedicada a hilvanar finamente cada una de las vidas con las que nos encontramos en cada página.
Es un libro austero en su fondo. Te deja una cierta sensación de impotencia pero te enseña a ver el mundo tal cual es: está lleno de matices y nadie sabe muy bien dónde acaba uno y empieza otro.
Sin embargo, es absolutamente genial en su forma. Delicioso. Hay un pasaje en concreto que me desgarró, tan delicado y a la vez tan cruel (Págs. 132-136)
Su autor es director de cine. Se aprecia en la estructura de la novela: tremendamente compleja, llena de giros y saltos en el tiempo. De todas formas, te guía sin pudor la voz del narrador por entre los recobecos de las vidas de esos personajes no muy diferentes a lo que nosotros mismos somos.
Sin duda, quien se acerque a esta novela, sea por el camino que sea, sabrá degustar el sabor de una historia que te atrapa sin flores ni remilgos.