La función de las emociones negativas

Aunque resulten dolorosas, las emociones negativas constituyen una especie de alerta para el individuo y su medio y tienen, por tanto, una función de superviviencia.
Es evidente que una persona que no tuviera ningún miedo podría perecer fácilmente al enfrentarse a diversos peligros. El miedo no sólo ayuda a combatir o a escapar de posibles amenazas, sino que además fomenta comportamientos protectores en los demás.
La tristeza hace que uno se quede unactivo, previniendo otros posibles motivos de trauma que podrían porducirse si, en situación de desánimo, las circunstancias no le fueran, encima, muy favorables; además, y especialmente si la tisteza no se prolonga mucho, la persona afligida suele despertar simpatía y preocupación el los otros.
Los sentimientos de culpabilidad nos hacen sentir, a pesar de la tortura qeu suponen, que somos seres moralmente buenos, y si los expresamos, pueden llegar a impedir que la persona ofendida adopte medidas enérgicas contra nosotros.
El desprecio sirve como señal de dominancia para los otros, y a uno mismo le ofrece una sensación de superioridad, y ambas contribuyen a organizar y mantener una posición social ventajosa.
La vergüenza indica a los otros que el que la siente tiene necesidad de que no sea violado su espacio íntimo, y por tanto puede protegerle de intromisiones indeseables.
La ira impide que otros nos ataquen, y elimina los obstáculos que bloquean el avance a nuestros objetivos.

En: Optimismo inteligente
de Maria Dolores Avia y Carmelo Vázquez