El dosmilocho fue el año en el que terminé la carrera, dejé de comerme a otros animales, empecé a estudiar oposiciones para bibliotecas, tomé conciencia de mi relación con este blog, lloré por un amigo, me hice rastas y me las quité, soñé varias veces con amigxs a los que besaba apasionadamente, la Lore se fue a Granada y la echo de menos (lo entiendo), estreché mi relación con la Mery y la Evitamina, me jodí por volver a confiar (nunca dejaré de hacerlo), caí en la cuenta de que las navidades no me molan nada, nació mi sobrina Claudia, el Lokal empezó a ser algo que no me gusta nada y algo que me gusta mucho, trabajé como portera para comprarme mi camaritabonita, mi mamma se prejubiló, me hice las gafas de ver, Mara se hizo profesora, descubrí que me gustaría vivir en el campo (alejada del mundanal ruido), comprendí y amé a Otis (la perra con la que vivo), volví a saber que Raúl estará en mi vida siempre, reubiqué una y otra vez a distintas gentes (quizás se pasa una haciendo esto toda la vida), empecé a hacerme consciente de qué es lo que quiero (aunque a veces no tenga ni puta idea de lo que es mejor para mí), me quité los pendientes del ombligo, me corté cortito la parte derecha de mi pelo largo (sigo pensando que me lo voy a dejar muy largo), aprendí a guardar copia de todos los papeles administrativos, decidí que quiero trabajar como bibliotecaria (y dedicar mi tiempo libre a las cosas que me hacen sentir grande), reviví a mi Aloe Vera (aquí está, verde y bien), bailé en nochevieja mi primer baile con Pablo (mi sobrino de 3 años), descubrí qué era especismo, reí sin esfuerzo por algo que ya no recuerdo, empecé a buscar el sol en mis descansos para proveerme de vitamina D, leí la historia de amor más bonita del mundo, besé con lágrimas en los ojos, abracé sin rencor, y me busqué, me busqué en todas las cosas que hago, en las que no hago y en las que quiero hacer. El dosmilnueve me intriga, creo que será un gran año también.
