en el ochentaytrés

soy un gigante de plomo
soy las trenzas de una niña que llora
soy la colilla pisada en el suelo
el vuelo de una mosca el último minuto de su vida
soy un rincón olvidado
una bicicleta estática mohosa
un pelo en la sopa
soy la mozzarela amarga
el vientre hinchado
la vomitona al amanecer
soy el caldo frío
las noches en vela
una escayola en verano
soy dos que no se hablan
un letrero luminoso que no luce
el retrovisor izquierdo descolgado
soy una mancha en la pared
soy un portazo
soy gente que sólo mira al suelo
soy un boli que no escribe
soy un camión empotrado
una calle sin nombre
soy mi espejo roto
las toallas húmedas
el ruido incesante del claxon de un coche
soy las manos secas
una caída
un insuficiente
un grito
soy hermética
fría
pretenciosa
soy
al fin
soy
las cursivas son para tí, maraskas